martes, 11 de enero de 2011

El verdadero significado de atenerse a dios.

Feliz es el hombre que se atiene firmemente
al Santo y en El coloca su fuerza.
¿Como quién, por ejemplo? ¿Diremos como Janania,
Mishael y Azariá, cuando ellos dijeron audazmente
al Rey de Babilonia: "He aquí que nuestro Dios
a quien servimos es capaz de liberamos de la hornalla
de fuego candente; y El nos liberará de tu mano?"
[Daniel III, 17.]. No, ni es así; pues si Dios no
hubiera estado con ellas para liberarlos, el nombre
de El no habría sido aclamado Santo, como ellos
declararon que lo era. Pero ellos mismos comprendieron
su error, y, corrigiéndose, dijeron: "Pero has de saber, Oh
Rey. .." [Daniel III, 18] es decir, que Dios nos libere
o no nos libere, has de saber que nosotros no serviremos
a tus dioses... La tradición nos cuenta que Ezequiel dijo
algo a aquellos que abrían sus ojos, o sea, que Dios no
los apoyaría si esperaban retribución. Fue entonces que
comenzaron todo de nuevo, diciendo: "Pero has de
saber, Oh Rey...". Un hombre no ha de afirmar, por lo tanto,
confiadamente: "Dios me liberará o hará para mí esto o aquello",
sino que, ha de pro-curar cumplir los preceptos de la Ley y
andar por la senda de la verdad, y luego confiar
plenamente en El y que El lo ayudará. Pues seguramente
cuando un hombre se dispone a purificarse recibe para
ello ayuda de lo alto. Así un hombre ha de poner
su confianza en Dios y en nada más. De ahí la expresión
"cuya fuerza es en ti".
Las palabras siguientes "En cuyo corazón hay sendas",
indican que un hombre ha de limpiar su corazón de todos
los pensamientos extraños, de manera de hacerlo
como una senda que conduce directamente al destino deseado.
Según otra interpretación, la palabra "fuerza" se refiere
a la Torá, de la cual leemos: "El Señor da fuerza a su pueblo"
[Salmos XXIX, 11]. Así se indica aquí que un hombre ha de
estudiar la Torá con devoción del corazón entero al Todopoderoso,
y quien trabaja en la Torá por motivos mundanales mejor
habría sido que no naciera. La palabra mesilot también
puede traducirse, no por "caminos reales" sino por
"alabanzas", como se comprueba en el versículo 5 del
capítulo LXVIII de los Salmos. Se refiere así al hombre
que trabaja en la Torá con el objetivo de alabar a Dios y
hacerlo a El el único objeto de devoción en el mundo.
Observad que Jacob efectuó todas sus acciones en
consideración a Dios, y por eso Dios siempre estuvo
con él y nunca apartó de él Su Presencia.

ZOHAR

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