lunes, 28 de febrero de 2011

LA REALIDAD QUE PERCIBIEMOS

Necesitamos explicarnos a nosotros mismos que la realidad que percibimos en este momento es ilusoria, transitoria, accidental y que depende de nuestras cualidades internas. La realidad sólo nos parece estable a nosotros, pero en realidad, puede ser alterada, corregida, y transformada.

Supongamos que recibes un computador y asumes que no tiene funciones adicionales además de las que tú eres consciente. Ves la misma imagen todo el tiempo porque no tienes otra. Repentinamente, un experto viene y te dice: “Mira este teclado que te he traído; ensayalo”. Y tú empiezas a presionar las teclas y de repente descubres un montón de cosas nuevas.

Te son mostradas imágenes donde te reconoces. Y así entras en ellas y empiezas a programar el mundo en el que vives. Das órdenes de hecho, y todo cambia a tu alrededor. En este punto, tú comienzas a darte cuenta de que el mundo funciona de acuerdo con un determinado programa llamado “el Creador”. Pero en la medida en que te vuelves semejante a Él, gradualmente adquirieres Sus funciones como un comandante.

Y más adelante, llegas al estado en el que rebasas este teclado con tus propias manos, con todos sus comandos y programas disponibles para ti, con todo lo que está ocurriendo, y, en esencia, con tu propio destino. Y así, imagen por imagen, comienzas a organizar todas esas imágenes que vienen a ti y cambian continuamente.

M. LAITMAN

jueves, 24 de febrero de 2011

El por que es necesario el SUFRIMIENTO.

Está escrito: "Pero cuanto más les oprimían, más se multiplicaban y más se extendían, de tal modo que temían a los hijos de Israel" (Éxodo 1:12). El significado de las palabras: "Pero cuanto más les oprimían" es que se multiplicaban y se propagaban en la misma medida en que eran oprimidos. Parece como si fuera una condición; es decir, que no puede haber multiplicación ni propagación del trabajo si no existe primero una base de opresión.

Pero para entender lo anterior, debemos conocer nuestro principio, es decir, cuál es nuestra esencia. Como se explica en la introducción, nuestra esencia es sólo el deseo de recibir. Y ciertamente, cuando el deseo de recibir cumple su deseo, ese llenado no se considera trabajo, ya que éste sólo es considerado como tal cuando uno es recompensado.

En otras palabras, el trabajo consiste en las acciones que el hombre preferiría evitar, pero que hace sólo porque no tiene otra opción, ya que desea recibir alguna recompensa. Ésta es considerada como lo que el hombre ansía, representando su único deseo y anhelo. Deseo verdadero significa que esta recompensa le toca tan profundamente que dice: "Prefiero morir que vivir sin conseguirla." De ello se deduce que si no se siente afligido y dolido por no tener lo que anhela, no se considera como deseo. Su deseo se mide según la magnitud de su sufrimiento.

De ello se deduce que si uno desea recibir cierta satisfacción, primero tiene que haber una carencia. Esto es así porque no hay Luz sin un Kli (vasija) y nadie puede llenarla con nada si no hay deficiencia. Por ejemplo, no se puede comer sin apetito o disfrutar del descanso sin fatiga.

Por lo tanto, no se sufre porque los egipcios opriman el cuerpo, a no ser que se opte por no obedecerles y se desee ir por un camino que les desagrade. La raíz de la recepción en el hombre se llama "amor propio", y esto es considerado como "Egipto." Hay muchas naciones, generalmente llamadas "las setenta naciones," que son lo contrario de Kedusha (santidad) y representan las siete Sefirot, donde cada Sefira (singular de Sefirot) consta de diez, de ahí el número de setenta naciones. Y también, cada nación tiene su propio y único deseo.

La Klipá (cáscara) de Egipto es una Klipá general. Es donde cayeron las chispas de Kedusha, las cuales tuvo que corregir el pueblo de Israel (que se encontraba en Egipto). Así pues, primero ha de haber dolor y aflicción, por no poder salir de su gobierno; como está escrito: "Y los hijos de Israel gemían a causa del trabajo, y lloraban, y su clamor subió hasta Dios a causa del trabajo. Y Dios oyó su gemido".

Debemos hacer una precisión acerca de las palabras "a causa del trabajo", ya que aparecen escritas dos veces. Debemos explicar que todos los gemidos venían del trabajo, lo que significa que no podían trabajar para el Creador. De hecho, su sufrimiento era porque no podían lograr que el trabajo que estaban realizando fuera para el Creador, debido a la Klipá de Egipto. Ésta es la razón por la que escribe, "a causa del trabajo" dos veces.

1) Sus gemidos no provenían del hecho de que les faltara algo. En verdad, les faltaba sólo una cosa; lo que significa que no deseaban ningún lujo o pago. Su única carencia, por la que sentían dolor y sufrimiento, era no poder hacer nada por el Creador. En otras palabras, anhelaban tener el deseo de dar satisfacción al Creador, en vez de a ellos mismos, pero no podían y esto les afligía. Esto se llama "querer aferrarse a la espiritualidad."

2) El segundo "a causa del trabajo" viene a enseñar que, “Y su clamor subió a Dios," que Dios escuchó su gemido, fue debido a que su única petición era el trabajo. Esto, por tanto, alude al otro "a causa del trabajo". Resulta que todo el exilio que sentían era sólo porque estaban bajo el dominio de la Klipá de Egipto y no podían hacer nada para convertirlo en sólo para otorgar.


M. Laitman

miércoles, 23 de febrero de 2011

Por que veo el mal en los demas

Debes juzgarte a ti mismo en vez de a ellos porque la única razón por la que los percibes negativamente es porque así es como los ve tu egoísmo. El Creador reunió todas estas diferentes personas en un grupo y quiere que te unas con ellos. Él evoca antipatía con ellos dentro de ti y tu deseo egoísta te aleja de la unificación. Esto se llama la revelación del mal dentro de ti, como está escrito: “Yo creé la inclinación al mal y he creado la Torá para su corrección”.

lunes, 21 de febrero de 2011

historia de la cabla

La sabiduría de la Cabalá se reveló gracias a Adám (“el primer hombre”) hace 5.770 años. El escribió un libro sobre el tema titulado Raziel HaMaláj (El ángel Raziel). Esta enseñanza continuó a través de sus estudiantes, y veinte generaciones más tarde, llegó a Abraham, un sabio que vivía en la antigua Babilonia.

Abraham adoraba estrellas, espíritus, y árboles y hacía ídolos hasta que la sabiduría de la Cabalá fue revelada a él en forma global. Él escribió sobre esto en el Séfer Ietzirá (El Libro de la Creación).

Abraham condujo a sus discípulos a salir de Babilonia y a entrar en la tierra de Canaán. Organizó un grupo de cabalistas con ellos, que se prolongó hasta la caída misma del Templo. Todos ellos vivían entre sí como una sociedad global, integral, como un hombre con un corazón. Sin embargo, hace 2.000 años, en el momento de la caída del Templo, ellos cayeron del amor fraternal al odio infundado.

Este evento fue lo que llamamos la “caída”, puesto que se cayeron del mundo global a nuestro egoísmo humano. Así perdieron ellos la sensación del mundo espiritual, la dimensión superior, y empezaron a sentirse como todos lo hacemos ahora, es decir como si existiéramos sólo en nuestro mundo, cada uno por separado, de manera egoísta.

En vez de la sabiduría de la Cabalá y de la vida en el sistema colectivo, integral, ellos comenzaron a experimentar sólo nuestro mundo, como lo hace la gente hoy en día. En ese momento, la Cabalá, que es la sabiduría, el alcance, el conocimiento y la ciencia espiritual, fue reemplazada por la religión, la fe religiosa. Después de todo, el mundo espiritual desapareció de su vista.

Esta es la forma en la que existimos hasta este día. Religiones tales como el judaísmo surgieron, y esta dio origen al cristianismo, seguida por el Islam. Todas estas religiones existen porque lo espiritual, global e integral del mundo está oculto de nosotros.

Sin embargo, mientras se desarrolla, no habrá lugar para las religiones. Se convertirán en las tradiciones culturales de una nación. Por eso hay tal resistencia entre la Cabalá y el judaísmo, la cual ha continuado durante los últimos 2.000 años.

La gente religiosa odia la Cabalá, porque esta les explica que ellos viven en la oscuridad y no entienden dónde están y qué están haciendo. Sin embargo, llegará un tiempo, y especialmente en nuestros días, en el cual tendrán que elevarse desde el nivel de la fe ciega al nivel del conocimiento espiritual.

(35040 – De mi lectura en París del 01/02/2011)

domingo, 20 de febrero de 2011

la corrección ante un espejo.

Tu a ti mismo. Hablando con las palabras de Baál HaSulám, de la manera en la que ves al grupo, ves al Creador. Porque además de ti solo existe Él. Pero Él está oculto, no puedes trabajar con respecto a Él. Por eso te permitieron que veas tu reflejo, tu entorno. En la medida de tu corrupción, ves a los demás fuera de ti como corruptos, no conectados contigo y no unidos entre sí.

Por supuesto, en todo se revela el mismo hombre. Y puesto que él se encuentra en el entorno de la desunión, tiene que trabajar en él con astucia para reconstruirse a sí mismo con su ayuda.

Precisamente así puedo trabajar conmigo mismo. Por eso tengo que encontrar un entorno correcto, “formatearlo” correctamente, tratarlo correctamente y recibir de él una influencia correcta. Gracias a esto podré avanzar.

(35486 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 2/16/11, Escritos de Rabash)

jueves, 17 de febrero de 2011

LA PLEGARIA.

Tú no tienes que llorar artificialmente. Solamente alcanza este estado de manera natural. Tú lo revelas y entonces tu aflicción interna es llamada “plegaria”. No tienes que mencionar una palabra o hacer ninguna acción artificial. Con tu trabajo simplemente alcanzarás un estado que no podrás seguir tolerando. Eso significa que estallarás con la plegaria.

Tú no debieras tratar de alcanzarlo artificialmente o simplemente gritando. Debes concentrarte en tu trabajo, y entonces el reclamo vendrá naturalmente, de la misma manera que pasa con la sed. No piensa que en algún momento futuro tendrás que beber. Pero el momento llegará cuando definitivamente lo desees. Es así que si estudia y avanza conjuntamente con el grupo, en cierto momento alcanzarás el estado de sed espiritual. ¡Tú definitivamente lo desearás!

Esto nos habla estrictamente de determinadas cualidades y leyes que se desarrollan a través de una cadena clara de causa y efecto. Tú avanzas de acuerdo con la raíz de tu alma desde tu estado inicial hacia la corrección final, a lo largo de una clara línea que se te ha extendido desde el mundo del Infinito. Ahora estás regresando a lo largo de la misma línea. Lo único abierto a discusión es la aceleración del tiempo y el desarrollo.

Para poder acelerar este movimiento tenemos que participar en él, organizarnos en grupo, y comenzar a atraer la Luz con nuestro estudio. ¡Si se te ha otorgado este deseo, entonces realízalo! Tú quieres cambiar más rápido al próximo estado, así que imagínalo y comienza a construirlo artificialmente como si ya estuvieras en ese nivel. Atráelo hacia ti para poder ascender rápidamente.

En esencia, estamos creando cierta imagen del nivel superior, nuestro próximo estado, el cual está definido por el hecho de que: 1) Yo estoy más conectado con los demás. 2) Que nuestra conexión está llena de la Luz que nos une. Para hacer esto yo tengo que conectarme con otros de la manera que dispongo hoy en día, y a través del estudio para atraer la Luz que nos conectará. Lo que yo estudio son los tipos de conexión entre nosotros y el nivel superior, en una forma más corregida.

Yo leo acerca del mundo por venir, acerca del estado corregido y maravilloso, y a partir de ahí, atraigo la Luz hacia mí, y también aspiro a alcanzar ese nivel. Esta es la física más simple. No hay nada artificial o imaginario en ella.

Sin embargo, en esto, lo que opera es el deseo, y los deseos son fuerzas. Si yo aspiro a alcanzar algún estado con mis propias fuerzas, entonces yo evoco su iluminación hacia mí, recibiendo la influencia del nivel superior al cual yo aspiro.

(35426 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 2/15/11, Escritos de Rabash)

miércoles, 16 de febrero de 2011

EL LLENADO DEL DESEO.


Trabaje afanozamente y no encontré, no lo creas
No trabaje afanozamente y encontré, tampoco lo creas
Trabaje afanozamente y encontré, créelo.


La explicación a este concepto se refiere al hecho que
todas nuestras acciones construyen nuestra vasija de recepción,
dicha vasija se conoce como DESEO DE RECIBIR, al conjunto de
nuestras acciones se les conoce como TRABAJAR AFANOZAMENTE y al
final nos daremos cuenta que ninguna de nuestras acciones dio
resultado y que todos nuestros esfuerzos no son lo que resolvió
el problema o trajo el resultado deseado, al final observamos que
algo ocurrió no sabes como ni quien , ni a que hora pero derrepente
después de 1000 intentos las cosas se te dan y dices ahora si ENCONTRÉ
se refiere al LLENADO DEL DESEO.

En conclusión nuestro deseo de recibir se forma solo por nuestro
trabajo y entre mas constante sea nuestro ir y venir y nuestros constantes
esfuerzos por no dejar nada en nuestras manos, mas grande se hace
la vasija que recibe del mundo espiritual su llenado.

No olvidemos que somos un TODO INTERCONECTADO y que no existe nada
en este mundo material que no exista una contra parte para el
en el mundo espiritual, nosotros recibimos el llenado de lo espiritual,
esto lo podemos comprender por que nosotros somos el deseo de recibir.
y quien nos llena nuestros deseos no puede ser otra cosa mas que el
deseo de otorgar.


trabajen con gusto, trabajen mucho, el trabajo es parte de la diversión,
y nunca se acaba, por que apenas llenemos un deseo , aparecerá uno mas grande
y nunca abra un limite para nuestro deseo de recibir, de este modo entendemos
que el deseo de otorgar de quien esta en el mundo espiritual ligado a nosotros es también infinito, y de este modo vivimos ambos mundos unidos y en perfecta comunión.

Gil

martes, 15 de febrero de 2011

el lado bueno de la vida

Feliz es aquel cuya parte está. firmemente
establecida en el buen lado y que no se inclina
al otro lado, y que está libre de él.
Seguramente es así y feliz es aquel capaz
de escapar de ese lado y felices son los justos
capaces de librar guerra contra ese lado.
Porque con guía sabia harás tu guerra... [Proverbios XXIV, 6.]. Dijo: Esta guerra se refiere a la
guerra contra, el lado malo, al que el hombre debe combatir
y vencer, de modo de ser librado de él.
Fue de esta manera que Jacob trató a Esaú,
que estaba en el otro lado, de modo de
superarlo con destreza, coma fue necesario
para tener sobre él la mano desde el
comienzo hasta el fin, como correspondía.

zohar

lunes, 14 de febrero de 2011

EL ZOHAR

El Libro del Zohar es el libro principal de la Cabalá. Lo estudiamos todos los días.

Este libro explica las leyes con las que operan lo espiritual, y el mundo global. La diferencia entre el mundo espiritual y el mundo material no es que la espiritualidad esté en algún lugar en el cielo, más allá de todas las galaxias. El mundo espiritual está aquí, en el mismo lugar, pero no lo sentimos ya que funciona en una frecuencia diferente, por así decirlo.

Estamos mirando el mundo a través de nuestros sentidos egoístas donde cada persona sólo percibe lo que es beneficioso para sí mismo. Pero si cambiamos nuestros sentidos y actitud hacia el mundo y los deseos para verlo como si fuera único, grandioso y completo, entonces veríamos el mundo como un sistema integral de fuerzas, ahora y aquí mismo.

Este es el mundo sobre el cual El Libro del Zohar nos cuenta. Sin embargo, este libro está escrito de una manera que lleva al lector, sin que él ni siquiera se dé cuenta, a la sensación del nuevo mundo. Es por eso que es un libro poderoso e inusual. El Zohar trabaja a través de nuestra mente y sentimientos, influyendo en nosotros desde todos los lados.

M. Laitman.

domingo, 13 de febrero de 2011

un todo interconectado

"Cuán múltiples son tus obras ...
". Y todo lo que hay sobre la tierra tiene su
contraparte en lo alto, no habiendo en
este mundo objeto alguno, por pequeño que fuese,
que no esté subordinado a su
contraparte de arriba que está encargada de él.
Así, cuando la cosa de abajo se
agita, hay un estímulo simultáneo de su
contraparte arriba, dado que los dos reinos
forman un todo interconectado.

zohar

viernes, 11 de febrero de 2011

el mundo esta dentro de nosotros.

Indudablemente, no entendemos nada acerca de nuestro trabajo, de forma similar a como un niño de dos años, que no sabe lo que tiene que llegar a ser a los tres años, no planea el proceso de su desarrollo, y no se moldea a sí mismo a la edad de tres años. Exactamente así es cómo creamos una menorá (candelabro de siete brazos): Fundimos una pieza de oro en el fuego, y esta aparece por sí misma. ¿Qué quiere decir “por sí misma”?

El hecho es que tú no puedes hacer nada por ti mismo. Si preparas tu intención (¡no una acción, sino sólo una intención!), si tú la construyes en la línea media, entonces fuera de tu materia, la Luz creará la forma particular que esta materia tiene que asumir. ¡Esta materia no puede asumir ninguna otra forma! En otras palabras, esta ya existe en aquella forma particular y tú sólo tienes que descubrirla debido a la intención que te revela esta imagen.

Tú entras a un mundo “preexistente”. Cuando “un balón o una flor”, “una menorá”, “una mesa”, “una sección de una tienda”, “el ónice y otras piedras preciosas” se revelan ante ti, tú descubres algo que ya existe. Tú renuevas tu percepción, tú descubres, se revela ante de ti, dentro de ti. Desarrollas tu visión, tu percepción, comprensión y aceptas. Según el grado de tu aceptación, ya no ves más la forma externa, sino más bien te das cuenta que todo ocurre dentro de ti; desarrollas una visión interna.

Lo que veas de forma corriente parece ser externo, pero en la espiritualidad, tú ves que todo existe dentro, que tu percepción es auténtica. Ya no tendrás más la ilusión de que el mundo existe fuera de ti, que existen el mundo y tú. La espiritualidad está eximida de esta mentira; sientes que todo está dentro de ti, dentro del alma con la que tú mismo te identificas.

(34523 – De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 04 de Febrero del 2011, porción semanal de Torá)

martes, 8 de febrero de 2011

El pueblo de Israel empezó desde Babilonia

El pueblo de Israel empezó desde Babilonia, donde Abraham descubrió la Fuerza Superior de la Naturaleza y empezó a difundir este conocimiento sobre el Creador, la meta de la creación, el propósito del hombre y la sociedad.

Todo para que nos elevemos por encima de nuestro mundo y no seamos semejantes a todos los animales que viven y mueren.

Él supo cómo elevarse por encima de esta vida y las reencarnaciones del cuerpo animal que es mortal, alcanzando la dimensión superior, la dimensión espiritual que se encuentra por encima de toda esta vida animal.

Abraham empezó a difundir este conocimiento entre todos los habitantes de Babilonia, reuniendo alrededor suyo miles de personas. Todos ellos se llamaban la casa de Abraham, el grupo que él reunió.

Este grupo ha recorrido un largo camino y creció hasta tal punto que empezó a llamarse el pueblo de Israel. No es un pueblo corriente como todos los pueblos del mundo que se reunieron de una manera natural.

Al “pueblo de Israel” puede unirse cualquiera que tiene la intención de dirigirse hacia la unión, para descubrir al Creador (la fuerza del otorgamiento y del amor) en ella.

Por eso este grupo (o el pueblo) puede encontrarse en dos estados: el exilio —cuando quieren unirse pero todavía no lo han conseguido— y la liberación —cuando alcanzan la unión (como un solo hombre con un solo corazón en la garantía mutua “Arvut”)— y descubren al Creador en sí mismos (Bore de las palabras Bo-ven y Re-ve). Y a continuación suben por la escalera para la unión mayor y el conocimiento del otorgamiento hasta la corrección total del Ego por el amor al prójimo: el estado de la fusión (Dvekut).

Al final, toda la humanidad también tiene que unirse a este grupo, y junto con ellos unirse al Creador.

¡Hasta el día de hoy hemos pasado ya por cuatro exilios y tres liberaciones, y estamos ante la última liberación, o sea, el último, el definitivo y completo descubrimiento del Creador a todos y cada uno!

(Extracto de la lección según el artículo Exilio y Redención de Baal HaSulam, correspondiente al 11 de abril 2010, RAV. M. LAITMAN).

lunes, 7 de febrero de 2011

Debemos conservar nuestro ego individual, pero corregirlo.

¿Qué significa esto?

Cada parte se siente separada de la otras y está distanciada del resto. Ahora, por una parte, debemos conservar nuestra individualidad y carácter, pero por la otra, por encima de ello, necesitamos descubrir una conexión tal como si el ego no existiera. Aun así, no lo nulifico; más bien, trabajo con este para superar la brecha.

viernes, 4 de febrero de 2011

UNA SOLA ALMA

¿Cual es el problema en tener veinte billones de personas? Imagina que todos ellos son tus familiares y que te sientes con ellos como un todo, como una sola entidad. No te molesta para nada que ellos estén junto a ti. Al contrario, tú cambias tu actitud hacia ellos: Tú te sientes bien teniéndolos lo más cerca posible.

¿Entonces cuál sería el problema de tener veinte billones de personas amadas? Tú no vas a sentir que hay veinte billones de personas. Tú vas a sentir que ellos están junto a ti. Este estado es el más deseado y el más confortable.

Realmente, tú no los divides entre veinte billones, sino que los ves justamente como uno, como tú. Esto es llamado “inclusión”.

Nuestro obstáculo es un problema psicológico. Nosotros no podemos imaginar cómo ocurrirá esto. Nosotros nos imaginamos que existimos en cuerpos, pero cuando logremos la garantía mutua, no vamos a sentir los cuerpos sino el potencial interno de cada persona.

(De la lección 2, Convención de Berlín del 28 de Enero del 2011)

RAV. M LAITMAN.

jueves, 3 de febrero de 2011

Solucionando problemas

Deseas encontrar una solución al asunto en el nivel donde te encuentras y no entiendes que el problema surge con el fin de llevarte hacia otro lugar. ¿Quieres resolverlo o deshacerte de él? Tienes que moverte hacia otro lugar hasta que descubres odio y resentimiento una vez más, y también tienes que moverte de ese otro lugar.

Al final, para poder deshacernos del odio, tenemos que corregir nuestras conexiones mutuas cada vez más. Algunas veces, se puede hacer con la ayuda de una comida compartida, una acción conjunta, algún cambio artificial y, en otras ocasiones, estudiando juntos, o quizás el tiempo lo arreglará.

M. LAITMAN.

miércoles, 2 de febrero de 2011

El vacío dentro de nosotros es el precio de la libertad.

El hombre es el único animal que no dirige la Naturaleza completamente. La Naturaleza le permite cometer errores, dejando “un espacio vacío” dentro de él, dándole la libertad para que entre al mundo espiritual “de la nada”, desde un estado de negación.

Si estuviéramos completamente dirigidos por la Naturaleza, no tendríamos preguntas. Todo habría estado determinado desde el principio. Pero precisamente porque nos han dejado un cierto grado de libertad, eso nos hace aspirar a sentir el principio del deseo espiritual (Kli), que es opuesto a nosotros.

Si nuestra naturaleza egoísta nos controlara totalmente, no podríamos sentir la naturaleza del otorgamiento. Pero, puesto que el control del egoísmo sobre nosotros nos deja este espacio vacío, al sentirlo y no entenderme a mismo, entonces en ese mismo momento empiezo a sentir el principio de la naturaleza altruista y a entrar en ella como un “algo de la nada”.

(Extracto de la lección sobre la Introducción a la ciencia de la Cabalá, correspondiente al 2 de noviembre 2009)

M. Laitman.

martes, 1 de febrero de 2011

Estudiar la Biblia el mejor guardia contra la inseguridad.

la Torá es el árbol de vida por el cual vivo todo.
Pero cuando el estudio de la Torá cesa abajo,
el árbol de vida desaparece del mundo, de ahí
que mientras los sabios adhieren a la
Torá, no tiene Samael poder sobre ellos.

Todos nosotros lo sabemos y así está escrito:
"Si el Señor no guarda la ciudad, el guardián
vela en vano" [Salmos CXXVII, 1.] que es como decir:
"Quienes trabajan en la Torá son los que preservan
la Ciudad Santa, y no los guerreros y los poderosos".

ZOHAR.