miércoles, 1 de diciembre de 2010

Nuestros actos, marcan la pauta en que dios nos mueve.

“Y ellos son volteados merced a las pautas
de él, según la obra de ellos...”. [Job XXXVII, 12]
Esto –dijo- significa que el Santo, Bendito Sea,
gira constantemente la rueda de los sucesos trayendo
hacia arriba cosas ocultas, y, luego, dando otra
vuelta y modelando las cosas diferentemente; y, así,
“por sus pautas”, El siempre traza esquemas y planifica
cómo efectuar el cambio, y hace una nueva pauta. Todo es
“según la obra de ellos”, es decir, la variación ocurre
de acuerdo con las obras y actos del hombre.
El versículo continúa: “Según les ordenó sobre la
superficie del mundo habitable”, es decir, es de acuerdo
a las obras del hombre que Dios modela el curso de los
acontecimientos, en todo lo que El ordena en la superficie
de la tierra. R. Eleazar interpretó las palabras: “Y ellos
son volteados merced a las pautas de
el”, de la manera siguiente: El Santo guía el curso de
los sucesos de modo que haya aparentemente un estable
estado de cosas. Pero cuando los hijos de los
hombres imaginan que todo ante ellos es fijo y se
halla firmemente establecido, el Santo hace girar sus
obras en algo completamente distinto de su estado anterior.
Además –dijo– podemos traducir, no “pautas”, sino “pauta”,
es decir, “instrumento” y comparar a Dios con un alfarero que,
al hacer girar su rueda, modela constantemente implementos
nuevos según su fantasía. Así el Santo modela constantemente
Sus obras, el instrumento que constituye, por así decirlo,
Su rueda de alfarero, siendo el mundo inferior
Corte de Justicia. Y todo se hace de acuerdo a las obras de
los hombres. Si son buenas, la rueda gira a la derecha,
haciendo el curso de los sucesos altamente favorable a ellos;
y por más que la rueda dé vueltas nunca se abate castigo sobre
este lado. En cambio, si los hombres toman por malos caminos,
el Santo imparte a Su instrumento un giro a la
izquierda, y la rueda da a los acontecimientos un curso
desfavorable para los hijos de los hombres.
Así ocurre hasta que ellos se torna penitentes y
desandan sus malos caminos. Pero el poder
motor de la rueda se centra en las obras de los
hombres. De ahí la frase: “Merced a Su pauta, según
la obra de ellos”, no habiendo aquí permanencia.

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