miércoles, 2 de marzo de 2011

Lo que sembre

Pregunta: ¿Si queremos corregirnos para traer bien a la humanidad, esto significa que deseamos otorgar?

Respuesta: Sí, y no. Supongamos que en mi casa tengo un problema y debo arreglarlo. Invito a un médico o un técnico, o hago otra cosa… ¿Para quién lo hago: para mi mismo o para los demás?

Todo depende del ambiente que determina nuestros límites. Una persona corriente se limita a sí misma. Una persona más desarrollada presta atención a su familia. La siguiente más desarrollada incluye en este ambiente a los vecinos, la cuidad, el país, el mundo y toda la realidad…

Si yo entendiera que la corrección del mundo se realiza a través del prójimo y que existe solo para esto, entonces todo lo que yo haga como algo exterior, lo hago como si fuera para mí mismo de todos modos. Y más, sí existo para corregir el mundo y esta es mi tarea, ante todo corrijo los deseos (Kelím) del mundo, entonces recibiré la respuesta a través de ellos.

Y por eso “lo que sembré” significa que me dirijo al mundo, hago el otorgamiento para él, impregno sus deseos y los llevo a la corrección. Entonces puedo esperar una respuesta del Creador. Y soy el primero que recibe esta respuesta, porque el mundo puede recibir la respuesta solo a través de mí.

(35200 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 2/13/11, Escritos de Rabash)

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