miércoles, 4 de mayo de 2011

En realidad, nada es más importante que la educación.

La educación es un tema especial. Es interesante que la gente casi no hubiera pensado acerca de la educación en el curso de la historia humana. Una persona pequeña creció entre los mayores y aprendió de ellos. Los padres no necesitaron tomar clases especiales para aprender como criar a sus hijos.

Como los animales, nosotros practicamos la educación común y natural.

Los jardines infantiles y las escuelas aparecieron durante el periodo de industrialización, cuando la gente comenzó a trabajar en las fábricas y las madres también tenían comenzar a trabajar. Hasta entonces, la mayoría de los niños crecieron en casa de manera natural.

En realidad, nada es más importante que la educación. No me asombra que nosotros estemos experimentando una crisis en esta área. La gente nunca pensó que fuera a necesitar seguir cierto sistema en educación y que la generación que está creciendo requeriría de un acercamiento sensible. Digamos: ¿Quién nos enseña? ¿Qué criterio seguir, que método, que programa? En lugar de recibir educación en las escuelas, nosotros recibimos conocimiento.

En general, las escuelas aparecieron cuando surgió la necesidad de traer a los campesinos a las ciudades, porque ellos necesitaban que se les enseñara la gramática elemental y la aritmética para poder trabajar con maquinas industriales simples. La gente necesitaba que se les enseñara a leer y a entender los manuales. Este fue el principio de la institución escolar para las masas de doscientos años de antigüedad.

Nosotros prevemos la educación general como la continuación de las antigua sabiduría humana. No obstante, en esencia la gente solo comenzó a elevarse sobre el nivel animado en los siglos diecinueve y veinte.

La gente nunca pensó seriamente en una educación apropiada. ¿Qué deberá ser una persona cuando crezca? ¿Lo volvemos humano? Estas preguntas son ignoradas incluso hoy en día. Nosotros mandamos al niño a escuelas especializadas en matemáticas, física o computación, sin pensar en el individuo que se convertirá esta persona. ¿A quién le importa el individuo? Lo que importa es encontrar un buen trabajo en nuestra vida de “burgués”.

Además, esto está pasando por que la humanidad no ha llegado a un consenso, a una opinión común de lo que significa “ser un humano”. Nosotros le decimos al niño: “sé bueno con los otros de tal manera que ellos disfruten al relacionarse contigo”. A esto se reduce a menudo nuestra educación.

El problema es que la sociedad no demanda una conexión entre la gente. Y hoy, que hemos llegado a una crisis general, se destaca especialmente la crisis en la educación. Es así porque la generación joven son almas nuevas con nuevas demandas del nuevo mundo. Los llaman “niños índigo”, los llenan con Ritalina y piensan que ellos no nos entienden. En realidad nosotros somos los que no los entendemos; nosotros somos los que estamos atrasados en la vida. A nosotros no nos enseñaron a entender a estos niños.

Ellos demandan un desarrollo en un nuevo nivel. Similarmente, la persona a quien se le despierta el punto en el corazón deja de entender a otra gente que vive una vida común “corpórea”. Y nuestros niños también nos miran y no entienden: “¿Para qué vives? Nosotros no queremos tu vida, nosotros no estamos dispuestos a vivir como tú y somos incapaces de esto”.

Si queremos encontrar una conexión con ellos, necesitamos introducir un nuevo tipo de educación. Y aunque no alcancemos este papel, que es el escenario de transición ante la nueva generación, nosotros aun necesitamos completar esta etapa hasta el final.

M. Laitman

No hay comentarios:

Publicar un comentario