lunes, 25 de octubre de 2010

EL VERDADERO SIGNIFICADO DE FESTEJAR EL ANIVERSARIO

Un antiquísimo postulado del KABBALAH señala que “así como es arriba, es abajo”. Con eso, se quería simbolizar que el Hombre es un Cosmos pequeño, un Microcosmos, que tiene todo dentro de sí para funcionar como un verdadero reloj, tal como funciona el Universo.

Se ha llegado a afirmar –sin que haya una demostración científica, por supuesto- que la Estrella de Salomón (o de David, como se quiera), que está formada por dos triángulos, uno con el vértice hacia arriba y el otro con el vértice hacia abajo, quieren representar esa idea: el hombre es un Microcosmos.

De acuerdo con eso, las células productoras de la energía en el sér, están sujetas a los mismos ciclos del planeta, es decir, el cuerpo vive las cuatro estaciones.

La primavera, el renacer se presenta en los primeros cuatro meses tras el cumpleaños y de la misma forma le llegan al organismo el verano –la época de mayor productividad- otoño, momento de cosechar y el invierno.

De acuerdo con esto, la energía humana comienza a descender unos 40 días antes de la fecha de conmemoración del nacimiento, y por tanto, la luz interna va perdiendo brillo. El aura se obscurece hasta casi desaparecer y el hombre está expuesto a los mayores peligros: desórdenes físicos, enfermedades, trastornos en el comportamiento y cercanía de la muerte.

Pero esa aura, se ilumina de nuevo, una vez pasado el invierno. Ese restablecimiento del aura, a causa de la renovación de las células, era lo que festejaban los primeros seres humanos el día de su cumpleaños. No el hecho en sí de conmemorar la fecha en que se nació, sino el alejamiento del peligro del invierno, y sus perniciosas influencias que tanto efecto producen en el espíritu o principio vital.

Ellos, que estaban en contacto constante con la naturaleza y conocían su comportamiento, plantearon la teoría, que es uno de los grandes enigmas del mundo.

FUENTE KABALISTA

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