jueves, 28 de octubre de 2010

Que pasa al dormir?

“Con mi alma te he deseado en la noche y
con mi espíritu en medio de mí,
madrugo para buscarte”. [Isaías XXVI, 9]

El sentido interno de este versículo es el siguiente:
Cuando un hombre está acostado en la cama,
su espíritu vital, lo abandona y comienza a
ascender hacia arriba, dejando en el cuerpo
solamente la impresión de un receptáculo que
contiene el latido del corazón.

Allí le muestran ciertas cosas que han de ocurrir
en el futuro próximo; y a veces la engañan y le
muestran cosas falsas. Así el alma ronda toda la
noche hasta que el hombre despierta cuando ella,
el alma, vuelve a su lugar.

Felices son los justos a quienes Dios revela Sus
secretos en sueños, Desdichados los pecadores que
manchan sus cuerpos y sus almas.

El alma que tiene el privilegio de subir, aparece
finalmente ante la puerta del Palacio Celestial,
y anhela con toda su fuerza contemplar la belleza
del Rey y visitar Su santuario. Ese es el hombre que
siempre tiene una porción en el mundo por venir, y
esa es el alma cuyo anhelo, cuando asciende,
lo es por el Santo, Bendito Sea, y que no adhiere a
esas otras esencias luminosas, sino que selecciona
la esencia santa en el lugar del cual ella surgió.

zohar

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