domingo, 3 de abril de 2011

Inteligencia en Acción

Rav Yehuda Ashlag, Baal HaSulam


Cada persona tiene el deber de alcanzar la raíz de su alma. Esto significa que el propósito al que aspira el ser creado es Dvekut (adhesión) con Sus cualidades. "Así como Él es misericordioso, etc..." Sus cualidades son las Sagradas Sefirot, y ésta es la Inteligencia en Acción que guía Su mundo, y por medio de la cual les otorga Su benevolencia y Su abundancia.

Pero, debemos comprender por qué esto se llama "Dvekut con el Creador", pues parece ser mero estudio. Lo explicaré por medio de una alegoría: En cada acto en el mundo, la inteligencia de su operador permanece en ese acto. En una mesa uno puede captar la destreza del carpintero y la habilidad en su oficio, ya sea mucha o poca. Esto se debe a que durante el trabajo él la fabricó de acuerdo a su inteligencia, con las cualidades de su mente. Y aquél que observa este acto y considera a la mente que quedó impresa aquí, está adherido a la misma mente que lo llevó a cabo. O sea que realmente se unen.

Esto se debe a que en realidad no existe distancia alguna o interrupción entre los objetos espirituales, ni siquiera cuando éstos se encuentran en cuerpos distintos. Pero la inteligencia en ellos no puede distinguirse, pues ¿qué cuchillo puede cortar lo espiritual y separarlo? Por el contrario, la diferencia principal entre los (objetos) espirituales está en sus cualidades - elogiables o criticables - y en su composición, ya que una mente que se dedica a los cálculos astrológicos no se adherirá a una que se dedica a las ciencias naturales.

E incluso dentro de la misma sabiduría hay muchas combinaciones, pues si uno excede a otro aunque sea en un solo elemento, esto los separa. Pero cuando dos sabios poseen el mismo nivel de sagacidad, el mismo nivel en esta sabiduría, están unidos de facto. ¿Pues acaso qué más podría separarlos?

Por lo tanto, cuando uno considera la acción de alguien y alcanza la inteligencia del sabio que la realiza, se encuentran ambos en el mismo nivel mental y potencial. De este modo están realmente unidos como alguien que se encuentra con un amigo muy querido en el mercado y lo abraza, lo besa y no es posible separarlos debido a su gran unidad.

Por lo tanto, la regla es que en el hablante la inteligencia es la fuerza que mejor se ajusta entre el Creador y Sus criaturas. Es considerada el medio entre ambos. O sea, Él confirió una chispa de esa fuerza, y a través de esa fuerza, todo retorna a Él. Y está escrito que "Con sabiduría los has hecho a todos ellos". Significa que Él creó el mundo entero con Su sabiduría. Así, aquél que es recompensado con alcanzar las acciones por medio de las cuales Él creó el mundo y sus reglas, se encuentra adherido a la Inteligencia que lo creó. Esto es, se adhiere al Creador.

Y esto es lo que quiere decir que la Torá es todos los nombres del Creador, los cuales pertenecen a los creados. Y por su propio mérito, la criatura alcanza la Inteligencia de Aquél que realiza todas las acciones. Esto se debe a que el Creador se encontraba mirando la Torá cuando creó el mundo. Y a través de la iluminación que uno alcanza cuando se apega a la Inteligencia de Aquél que está creando, uno se adhiere al Creador.

Ahora entendemos por qué el Creador nos ha enseñado las herramientas de Su arte. ¿Es que necesitamos crear mundos? Pero, de lo recién mencionado comprendemos que el Creador nos ha enseñado Sus acciones para que sepamos cómo adherirnos a Él. Y éste es el significado de "incrústate a Sus atributos".

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