miércoles, 27 de abril de 2011

LA ACTITUD ANTE EL CREADOR.

Nuestro principal problema es establecer nuestra actitud hacia el Creador. Claramente, es subjetiva y depende enteramente de nosotros, de cómo pensamos y sentimos. No cambia dependiendo de la actitud del Creador, la cual nos es desconocida, sino que es determinada mediante lo que pensamos de Él.

Por una parte, hablamos de la naturaleza, del entorno en el que nos desarrollamos. Alguna vez el hombre comenzó a revelar la naturaleza, ascendiendo así en nuestro mundo del nivel animado al nivel humano al investigar la naturaleza a su alrededor. Tras eso comenzó a investigar el mundo espiritual, una vez que su deseo creció hasta ese nivel. Así, al grado en que su deseo creció, la persona se adentró cada vez más profundo en la naturaleza.

Sin embargo, la persona consiste de dos partes: una siente y otra entiende, y las dos tienen una conexión específica e influencia mutua. Precisamente a través de ellas, sentimiento y razón, o corazón y mente, él investiga lo que siente. Cualquier cosa que no entre a sus sentidos permanece desconocida para él. Él investiga sólo sus impresiones, mientras que las cosas que son inaccesibles a las sensaciones propias, no pueden ser discutidas para nada porque serían filosofía vacía y fantasía.

Por lo tanto, nuestras ideas del Creador no están basadas en cómo es Él en realidad, sino en cómo Lo percibimos ¡Nunca sabremos quién es Él realmente! Sólo sabemos que existe una fuerza externa, superior que es percibida como la naturaleza a nuestro alrededor.

Sus partes más cercanas las llamamos “este mundo”. Pero existe una naturaleza más grande que se revela a la persona cuando se somete a un desarrollo especial. Esta es llamada naturaleza superior. Pero, nadie sabe quién es el Creador en sí.

Por lo tanto, la ciencia de la Cabalá habla acerca de todo en relación con el hombre. Está escrito, “¡No existe nadie más que Él!” Es decir cómo siente una persona y qué discierne como resultado de su investigación.

Los cabalistas nos hablan acerca de sus impresiones de esta fuerza superior única, y resulta que el Creador parece enojarse mucho, o estar feliz, o disfrutar algo. Pero esta es la manera cómo lo siente la persona ¡Así es como él siente la fuerza superior! Sin embargo, no sabemos lo que realmente le sucede.

No obstante, es muy importante para nosotros establecer nuestra actitud hacia la fuerza superior para saber de dónde viene esta forma, imagen, impresión, o sensación, la cual recibimos de Él. A quién sentimos: ¿a Él o a nosotros? O ¿nos percibimos en contraste con Su Luz? O ¿sentimos algo que nos es común a ambos, alguna interacción entre nosotros? ¡Eso es algo que tengo que saber!

Cuando me siento bien o mal, De quién depende esta sensación, ¿de mí, o viene del Creador? O ¿tal vez depende de nuestra mutua similitud, o de alguna conexión especial?

Si llevo a cabo cualquier acción, ya sea en palabras, pensamientos, o físicamente, ¿está Él forzándome a actuar de esa manera o tengo algún tipo de libertad? ¿Pero cómo puedo tener esa libertad si soy un resultado, un producto de Su trabajo?

Es decir, debemos de alguna manera definirnos en relación con nuestra conexión con el Creador. De otra manera nos confundiremos constantemente. Esto tiene una gran importancia para nuestra actitud, nuestro trabajo interno, y nuestra conexión con Él. Esto también se refleja en todas nuestras relaciones, dentro de la familia y cuando una persona está frente a frente consigo mismo.

Por lo tanto, esta no es una pregunta abstracta para nosotros. Establecer nuestro estado, conexión, y actitud hacia el Creador influye en todos los niveles de nuestra vida. Esto es lo más fundamental que hay. Por eso la opinión de Baál HaSulám es muy importante para nosotros a este respecto, lo que establece en el artículo, “No existe nadie más que Él”, el primer artículo en el libro Shamati.

M. LAITMAN

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