domingo, 5 de junio de 2011

Escapando de la prensa del desarrollo

La Luz es la cualidad de otorgamiento, la fuerza superior que está presente en la naturaleza, la cual nos hace avanzar, nos da vida, y nos mueve hacia adelante. A través de todos los milenios de existencia del hombre en la tierra (sin considerar los millones de años de desarrollo de los niveles inanimado, vegetativo, y animado de la naturaleza), nos desarrollamos de manera forzada, mediante la fuerza oculta dentro de la naturaleza. Existe un cierto programa dentro de esta, una maquinaria que opera por medio de ese programa, poniendo a toda la creación en movimiento y causando su desarrollo.

Los científicos están revelando que hace 15000 millones de años nuestro universo comenzó a desarrollarse como resultado del Big Bang. Es decir, el universo contiene una fuerza de desarrollo. Y ahora esta fuerza continúa desarrollándonos más, lo cual es llamado “el curso natural de la historia” (Beito).

Sin embargo, tenemos la oportunidad de desarrollarnos “más rápido que el tiempo” (Ajishena), no mediante la ruda fuerza de la naturaleza que nos empuja a desarrollarnos con “mano dura”, a través de “juicio y restricción”, sino al despertar la “misericordia” sobre nosotros, como está escrito, “Así como Él es misericordioso, así tú debes ser misericordioso”.

Esto significa que despierto buenas fuerzas de desarrollo en la naturaleza. Si estoy de acuerdo con el desarrollo, y aspiro a la misma meta por mí mismo, despertando el deseo dentro de mí incluso antes de que la naturaleza comience a ejercer presión sobre mí, ¡entonces me sentiré bien y cómodo! Mereceré el entendimiento y acortaré mi camino. En esencia, ¡Esto es todo lo que tenemos que hacer!

Tenemos que correr por delante de nosotros mismos, como un ratón huyendo de un gato. Cuando una persona se vuelve más sabia, entiende que la aplanadora del desarrollo está moviéndose sobre él. Por otra parte, hay personas que aun no notan o sienten esta aplanadora que está alcanzándolos. Significa que esta aun no se ha acercado lo suficiente a ellos y no evoca un gran sufrimiento.

Imagina que corres por un camino y una enorme aplanadora te persigue, a punto de aplastarte. Si ya sientes esto, entonces buscarás una forma de salvarte de ella. No tienes a dónde huir. En ambos lados de ti hay edificios que se prolongan por muchos kilómetros, y corres por un estrecho camino entre ellos, mientras la aplanadora avanza justo detrás de ti. Esta es una imagen pasmosa… No quieres que la aplanadora te exprima en el asfalto, ¿o sí?

Algunas personas ya sienten que están en este estado, mientras otros aun no lo sienten. Sin embargo, es sólo cuestión de tiempo. Tal vez te sientes bien por el momento, como una persona que cae del décimo piso, y mientras pasa por el octavo, su vecino que observa por la ventana le dice “¿Cómo estás?: Hasta ahora todo va bien”. Así es como el mundo está “bien” hoy día, pero aun no lo entiende.

M. LAITMAN

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